Se deja un vaso de agua toda la noche desde las 10 p.m aproximadamente hasta la hora que uno se levanta. El agua ha pasado por el sereno, ese viento más helado de la madrugada y forma parte de este.
Se bebe desde el ombligo y en sorbos, diciendo antes una oración que para qué reafirma la necedad de las palabras.
Se dice que relaja y en otros casos produce malestares estomacales.